jueves, 14 de abril de 2011

Un cliché necesario en tu vida

La tala de árboles se ha vuelto, sin duda, una actividad humana indispensable para el desarrollo. La madera es una materia prima de gran demanda gracias a su utilidad en diferentes campos; ésta la podemos encontrar en algo tan sencillo como un lápiz o hasta en un uso mucho más complejo como lo es su funcionalidad como combustible. Seguramente la mayoría de las puertas  de tu casa son de madera, el piso de tu cuarto, los muebles de tu sala e incluso el asiento en el que estás sentado debe tener al menos una pequeña base de este material tan común. Si con esto no parece suficiente, incluso podría empezar a hablarte de las hojas de papel y como éstas vienen de la pulpa o la pasta que ha sido posteriormente trabajada en la madera. No te voy a hablar como a un niño y te diré que la madera viene de los árboles y que para tener todas estas cosas has ayudado a terminar con la vida de muchos. Pero si te voy a recordar que los árboles son vida, y que vos al cortarlos (o colaborar a hacerlo), te estás quitando vida a vos mismo. Claro que todas estas cosas materiales se han vuelto parte de nuestras necesidades básicas y no podemos imaginar nuestra vida sin ellas; tristemente esto ha sucedido con todo el proceso de globalización que nos lleva al consumismo excesivo, pero eso ya es otra historia, tal vez podamos hablar de ella luego.

            ¿Qué pasa si te digo que ya no tendrás más tu cama de madera o tu fina mesa de caoba en tu comedor?. Bueno, seguro te vas a enfadar conmigo y te doy permiso, pero tal vez podás comer en la litera de hierro en la que duerme tu hermano al cuarto de al lado y comer en la mesa de vidrio con base de metal que hay en tu cocina; y en el mejor de los casos tal vez hasta podrías comprar una nueva. Pero, ¿Qué pasaría si te dijera que te puedo quitar el oxígeno? ¿Y qué pasaría si lo hago?. Pues no habría remedio, no podrías dormir en el cuarto de al lado con tu hermano porque allí tampoco habría oxígeno, y mucho menos podrías ir a comprarlo, si te quito a VOS tu oxígeno estoy acabando con el de tu hermano también, y al terminar con el de tu hermano también estoy acabando con el de TODOS, y al quitarle el oxígeno a todos me lo estoy impidiendo a MÍ también. No acabés con NUESTRO oxígeno, no terminés con TU vida, no cortemos tantos árboles.
            Ahora bien, la palabra clave es TANTOS. No se trata de dejar de usar la madera o dejar de comprarla, si no de reducir su demanda para que así la tala de árboles reduzca enormemente. Seamos serios, no podemos impedir la tala de árboles, pero podemos controlarla o al menos hacer algo al respecto. Hoy en día estamos llenos de múltiples posibilidades y tenemos aún más opciones que antes. Podemos optar por el uso de otros materiales en algunas cosas y así minimizar la demanda. Tampoco me refiero a que dejés de usar la madera y ahora solo comprés cosas hechas de hierro, metal, plástico, o algún otro material en específico; porque con toda industria en exceso vienen las consecuencias, a lo que voy es que podríamos encontrar un equilibrio e incluso optar por materiales los cuales su fabricación u obtención no nos traiga tantas consecuencias a nosotros y el medio ambiente.
            Los bosques son un muy importante medio de vida, pero eso vos ya debés saberlo más que bien. Solo para que te recordés, de ellos viven los animales y una vez más de ellos viene el oxígeno

            Probablemente escuchés esto a través de diversos tipos de medios, tus papás, tus amigos del cole, tus profesores, la televisión, algunas revistas e incluso por internet como lo estoy haciendo yo ahora; pero recuerda: REUTILIZÁ, AHORRÁ, RECICLÁ. Si pensamos en tres soluciones para las crisis ambientales, la aplicación de estas tres cosas pueden ser las más exitosas y efectivas si se usan de la manera adecuada. Podés estar agobiado de oír esto todos los días, pero si en verdad pusiéramos estas cosas en práctica no tendríamos que estarlas recordando diariamente y fastidiándote cada vez más. Además no es tan difícil, toma sólo unos cuantos instantes de tu día y una vez que te acostumbrés se volverá un hábito, una acción automática, y ni siquiera te vas a dar cuenta de la mínima “molestia” que te tomaste. Incluso si sos egoísta, y no te importan los demás, pensá en como esto te está ayudando a vos especialmente porque te está afectando directamente, pero de una buena manera.
Los bosques son un muy importante medio de vida, pero eso vos ya debés saberlo más que bien. Solo para que te recordés, de ellos viven los animales, de ellos obtenemos nuevos medicamentos, de ellos obtenemos alimento y, una vez más, de ellos viene el oxígeno. Nosotros necesitamos de los bosques para vivir, pero ellos también necesitan de nuestra ayuda para seguir viviendo.
Sembrá arboles, sembrá vida. 

Entrada publicada por Marcela Arias Marín

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